Eneldo hoja - 15 g

La cocina nos ha dado duetos más clásicos que el de Frank y Nancy Sinatra, más aún que el de Freddy Mercury y Montserrat Caballé; incluso más que el de Olivia Newton y John Travolta. El que forman el salmón con las hojas de eneldo es uno de ellos.

Todo tiene una razón de ser. Esta herbácea, procedente del este del Mediterráneo, es un ingrediente básico en la cocina nórdica y escandinava, donde el salmón es toda una institución, especialmente en su versión marinada, conocida en Suecia como gravlax, o gravlaks en Noruega.

Pero la cocina, además de duetos, nos ha dado la capacidad de experimentar y descubrir. Y si el eneldo como complemento de este pescado es un acierto, ¿qué no hará con la variante ahumada o fresca, en tartar o ceviche? ¿Y con trucha o caballa? ¿Atún en conserva? ¿Con algún pescado blanco como la merluza? Tan simple como espolvorear (sin pasarse) antes de hornear.

Pura matemática

Otra pareja de éxito sin alejarnos mucho de los recetarios del mar del Norte es la que forman eneldo y encurtidos. No es de extrañar, pues, que esta hierba de sabor anisado y dulce encaje a la perfección en salsas tipo tártara, que combinan la untuosidad de la mayonesa con el ácido del pepinillo o la alcaparra en conserva.

Ese tándem funciona igual de bien con una base de yogurt: como aliño con limón, sal, azúcar y aceite, en una versión renovada del tzatziki griego, con ajo y pepino, o como parte de una raita, otra salsa con base de yogurt, esta procedente de la India, donde las hierbas y las especias elegidas darán el toque diferencial.

Por la misma regla de tres, decimos sí al eneldo en una ensalada de patata o de queso feta y manzana. ¿Que muchas de las recetas proponen usar la hierba fresca? Es verdad, pero la variedad deshidratada se conserva durante mucho máis tiempo y permite ir probando y calibrando mejor la potencia de un aroma que, en exceso, puede recordar demasiado al del Anís del Mono.

• Elaborado por El Amasadero