Sésamo dorado, tomillo y zumaque componen este Za’atar, una mezcla de especias procedente de la cocina de Oriente medio con tantas fórmulas como lugares donde se prepara pero con la cualidad común de transportar cualquier plato hasta el Mediterráneo.
Muy utilizado en las cocinas del Líbano, Jordania o Siria, pero tamén en la turca o la palestina, el Za’atar (o zahtar o, simplemente, zatar) aporta el sabor familiar y herbáceo del orégano, matizado por los toques cítricos y algo exóticos del zumaque (para quien no lo conozca, el fruto de un arbusto –Rhus coriaria– usado desde los tiempos romanos como acidulante, en sustitución del limón o el vinagre) y tostados del sésamo y el comino.
Polvos mágicos
Probarlo es pensar inmediatamente en algún pan plano y aceite de oliva. Con esta base, no es difícil imaginar lo bien que acompaña a un hummus o cualquier otro untable de legumbres, clásico o combinado con pimiento asado, aceitunas o remolacha, o en una simple tosta de buen pan con tomate. ¿Queso blanco? Cómo no.
Espolvoreado sobre ensalada o patatas asadas devuelve una comida a los meses de verano y también sirve para aderezar verduras o carnes blancas como el pollo o como condimento a una pizza casera.
Un apunte para cocinillas que aún no lo hayan probado: ya estáis tardando.
- Produzido por El Amasadero
- Alérgenos : Contiene sésamo.
- Apto para celíacos : Sí